En Genesis 3 encontramos la historia de dos arboles singulares en el Jardin del Eden.
En el Jardin crecian dos arboles: el arbol de la vida y el arbol del conocimiento del bien y del mal. ¿De cual escogerian comer Adan y Eva? Por supuesto, escogieron comer del arbol del conocimiento del bien y del mal. ¿Por que? Ellos fueron tentados; querian ser como Dios, conocer el bien y el mal. Podemos llamar a este arbol el arbol del juicio. En nuestro orgullo y autosuficiencia creemos que tenemos suficiente entendimiento e informacion para hacer justos y honestos juicios sobre cada situacion. Instintivamente juzgamos gran parte del tiempo, y cuando lo hacemos, generalmente somos negativos, prejuiciosos e injustos.
Yo creo que el Espiritu Santo nos llama a dejar de juzgar. Necesitamos refrenarnos de juzgar situaciones y de juzgarnos unos a otros, y en lugar de eso, bendecir y perdonar para que la vida pueda fluir.
Ahora que tu y yo hemos nacido de nuevo y fuimos llenos del Espiritu Santo, el arbol de la vida ha sido puesto nuevamente en el jardin de nuesta corazon. Si comemos del arbol de la vida, ¿Que sucedera? Nos edificara, nos animara. Dara vida a otros cuando bendecimos y no maldecimos, cuando perdonamos y no acusamos.
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